Siempre que comamos el ajo crudo podemos estar seguros de que nos estamos beneficiando de todas sus bondades. Hay un antiguo refrán que dice: “Ajo cocido, Ajo perdido”, y aunque seguramente se refiere más a como este pierde notablemente el aroma cuando lo cocinamos en exceso, lo mismo se puede aplicar a sus propiedades.
También podemos cocinarlo pero siempre que sea poco tiempo y nunca el diente de ajo entero: Al picarlo o machacarlo liberamos sus componentes terapéuticos. Estudios de diferentes universidades han verificado que la mejorar forma de cocinar el ajo para que no pierda sus propiedades cardiotónicas y antitrombóticas es:
- picarlo
- Dejarlo en reposo 5 minutos
- Y no cocinarlo nunca más de 10 minutos.