Dormir adelgaza
… O para ser más precisos: ¡Dormir LO SUFICIENTE adelgaza!
Nuestro cuerpo es un sistema muy complejo, donde todos sus diferentes sistemas y funciones están interconectadas. Y todo debe funcionar armónicamente para que no se produzcan desequilibrios en nuestro sistema hormonal (que es uno de los sistemas que nos interesan ahora). Así que algo como el sueño que en principio parecería que sólo va a interferir en el sistema nervioso en realidad tiene un impacto tremendo en el funcionamiento de nuestro organismo en general.
Estudios demuestran que dormir menos de lo que necesitamos (aunque sólo sea una hora) durante al menos 4 noches seguidas incrementa nuestra resistencia a la insulina y termina envejeciendo nuestro metabolismo y aumentando el riesgo de diabetes. Dicho de otro modo: El déficit de sueño altera el metabolismo y hace que el cuerpo queme menos calorías. La buena noticia es que no es irreversible (aunque se requiere de muchos días de descanso…o semanas para regularizar los estragos de la falta de descanso).
Así que de poco vale matarse de hambre (algo que creo es un error absoluto que nunca funciona a largo plazo) si después dormimos poco o mal. Porque tan importante es la cantidad de sueño como la calidad del mismo.
Descansando lo suficiente (sin regalarle horas de sueño a programas de la TV de la madrugada que no aportan demasiado a nuestra existencia) nos aseguramos que nuestro cuerpo use ese tiempo para regenerarse del desgaste del día y a que todos nuestros sistemas estén equilibrados. Eso al final ayuda (y mucho) a que nos sea más fácil perder peso.
CONCLUSIÓN: Dormir es el tesoro más increíble (y barato) que tenemos en nuestra vida y deberíamos regalarnos todos los ratitos extra que encontremos para descansar y soñar (que también así trabajamos otras cosas… pero eso ya se sale de mi ámbito 😉 ).
Todavía no existe un consenso entre los investigadores sobre cuántas horas le conviene dormir a cada persona. Como regla saludable se ha establecido que la media para un adulto sano debe estar entre 7-8 horas al día. Pero cada caso cambia en función de nuestra genética (y salud), los niveles de estrés y esfuerzo físico de nuestra rutina diaria y de la calidad de nuestra alimentación. ¿Mi consejo? Has un experimento y prueba cada semana con una cantidad diferente: Una semana 7 horas, otra 8 y otra 9. O incluso si puedes permitírtelo: 7 horas + 1 hora de siesta. 8 horas + 1 de siesta… Prueba varias combinaciones con ayuda de un despertador para irte a dormir y para despertarte y observa cada semana tu cuerpo. Tu mismo te darás cuenta en cual funcionas mejor y te sientes en general mejor 🙂
El grupo más sensible a desarrollar obesidad si no duermen lo suficiente son los niños. Hay estudios que advierten como que los peques de 3-5 años que pasan periodos prolongados durmiendo un poco menos de lo que necesitan son grandes candidatos de desarrollar obesidad en los siguientes años o incluso una diabetes cuando sean adultos.