…o como tener pan casero muy sano y rico en poco tiempo (y sin usar el horno)
Son pocos los que tienen tiempo de ponerse a hacer pan con el ritmo de vida que llevan. Hay además muchos que amasar les parece un reto imposible o piensan que no les compensa el esfuerzo. Pero en serio que no es tan dificil y la sensación de comerse un pan recién hecho elaborado por nuestras manitas, no se puede comparar al placer de comerse el mejor pan del mundo 😉
¿Y si te digo que puedes hacer un pan en 30 minutos y después tener pan casero toda la semana en pocos minutos? Además este pan tiene varias ventajas por encima de cualquier pan que podamos comprar:
- No lleva aditivos ni conservantes químicos extraños (en algunos casos muy alergénicos)
- Podemos elaborarlo con las mejores harinas bio o experimentar y mezclar varias para incorporar otros cereales menos usados en nuestra dieta (harina de cebada, harina de quinoa, harina de trigo sarraceno…). Incluso si tenemos una procesadora-molinillo potente podríamos moler nuestros cereales nosotros mismos. Usando cereales bio integrales o semi integrales le daremos a nuestra dieta fibra de calidad (y no como la fibra añadida que le ponen a los panes integrales industriales).
- Si en lugar de una levadura de panadería normal consigues en tu tienda bio una levadura de masa madre liofilizada vas a tener un pan mucho más digestivo y que no hincha como los panes industriales.
- Añadiéndole semillas de lino como en esta receta vas a aumentar tu dosis diaria de omega 3 y conseguir un alimento que te ayude en el tránsito intestinal.
- Es un pan muy antioxidante gracias entre otras cosas a los licopenos del tomate.
- Le podemos regular el contenido de sodio usando la mejor sal y con mesura (no como los panes de barra comunes que llevan unas dosis exageradas).
Lo primero es hacer la bola de masa, amasando con amor durante unos 5 minutos. No hace falta amasar mucho, sólo lograr que no tenga grumos y nos quede lisita como la de la foto. La frotamos al terminar con un poco de harina para que no se nos reseque.
La dejamos en la zona más calentita de la casa hasta que se ponga así.
Hacemos con la manos enharinadas unas bolas de un tamaño parecido (tipo bola de tenis chafadas).
Yo he congelado una parte para comer otro día cuando tenga visitas 🙂
Lo ideal es comerlo recién hecho (¡esperando 5 minutos a que entibie claro!). Yo después le he puesto por encima un poco de tahini blanco, una ensalada de rúcola, rodajas de pepino, tiras de zanahoria y cebolleta. Si lo haces grande y finito lo puedes plegar o enrollar después para que te quede como un sandwich.
- • 350 kg de harina de trigo semi-integral (en la receta uso esa), de espelta, kamut, centeno...
- • 2 cucharadas de semillas de lino
- • ½ cucharadita de orégano seco
- • ½ cucharadita de tomillo seco
- • ½ cucharadita de albahaca seca
- • ½ cucharadita de ajedrea seca (esta es mi hierba favorita pero si no la encuentras utiliza otra que te guste)
- • ½ cucharadita de cebolla en polvo
- • ½ cucharadita de ajo en polvo
- • 20 g de levadura madre bio liofilizada de panadero (o lo que diga el paquete)
- • 6 tomates secos o 2 cucharadas de pasta de tomate concentrado
- • 200 ml de agua templada
- • 1 cucharadita de sal marina
- • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Si usamos para la receta tomates secos, los dejamos en remojo al menos media hora en agua muy caliente. Cuando estén rehidratados los batidos con un poquito de esta agua hasta conseguir un puré espeso.
- Mezclamos bien todos los elementos secos.
- Disolvemos la sal en el agua tibia y añadimos el aceite y el puré de tomates secos o la pasta de tomate concentrado.
- Mezclamos la mezcla seca con la líquida y amasamos dentro de un bol (o metemos en procesadora) hasta tener una masa gomosa y sin grumos. Si se queda muy blanda le añadimos un poco más de harina ya que en función del tipo de harina que usemos hace falta más o menos líquido. Cuidado que no quede una masa muy seca y dura. Metemos en un bol con harina espolvoreada en el fondo, y espolvoreamos harina por encima. Tapamos con film y dejamos reposando en un sitio cálido. En verano con una hora será suficiente, y en invierno podremos necesitar al menos 2 horas. Estará lista cuando casi duplique el tamaño.
- Con las manos enharinadas le vamos sacando bolas y amasándolas 10 segundos para darles forma. Piensa que con esta receta te saldrán 7-8 bolas máximo. Más bolas sería muy pequeño y menos los panes serán muy grandes. No hace falta que amasen mucho porque si no la masa te quedará chiclosa y dura. Por cierto: Duplica o triplica la receta si sois muchos en casa…
- Ahora podemos congelar las que no usemos inmediatamente, poniendo cada bola entre capas de papel antigraso de horno para que no se peguen entre ellas y después sea más fácil sacarlas. Para tener pan fresco cada día podemos sacar una bola por la noche si las queremos comer por la mañana dejando que se descongelen sobre un papel de horno toda la noche a temperatura ambiente (y dentro de un tupper para que no se resequen ni estén expuestas al polvo). Si nos hemos olvidado de sacarlas y no las vamos a hacer por la mañana podemos sacarlas una hora antes de comerlas en verano y 2 horas antes en invierno film.
- Para cocinarlas tardaremos algo más de 5 minutos. Calentamos mucho una sartén y le echamos un chorrito de aceite de oliva. No hace falta rodillo (aunque si lo prefieres, úsalo) Bastará con aplastar cada bola con las manos hasta que nos quede fina y homogénea (y con forma redonda u ovalada). Las ponemos en la sartén caliente y tapamos, dejando cada pan 2-3 minutos de cada lado (cuanto más finas sean menos tardarán).
- Son unos panes con tanto sabor que se pueden tomar solos sin nada pero lo puedes acompañar con tus ingredientes favoritos. Lo ideal para hacer un plato completo es untar este pan con un paté de legumbres (como un houmous) y poner por encima una ensalada cruda con mucho verde. ¡Una comida rápida que te puedes llevar de picnic o al trabajo nutricionalmente perfecta y muy muy rica!
- Además de las harinas sin gluten especiales (que venden en la sección de dietética de los hipermercados o en herbolarios) podemos usar harina de maíz combinada con harina de quinoa o arroz para que dé una mejor textura al pan.
- Podemos experimentar con nuestras semillas y hierbas favoritas para dar con nuestros panes exprés favoritos.
- Alternativa 1: Un pan verde con puré de espinacas (batido en crudo con el agua de la masa) y semillas de girasol.
- Alternativa 2: Un pan dulce para el desayuno donde en lugar de tomate, especias y hierbas le ponemos semillas de anís, canela, pasas y otras frutas secas picadas.
Gracias! Es un pan especial para los que le tiene miedo al horno 😉 Pruébalo ya verás, respetando las cantidades sale perfecto 🙂