Comer sano en la vuelta al cole
En época escolar, la alimentación de sus hijos es uno de los principales quebraderos de cabeza para muchos padres. Durante este periodo los niños van a estar muchas horas alejados de sus casas y los padres van a tener que agudizar su ingenio para que sigan comiendo sano pese a las múltiples tentaciones del recreo. El reto es grande. Nuestros hijos van a estar rodeados de niños cuyos padres quizás tengan otra forma de “entender” su alimentación y a quienes no les preocupe tanto los peligros de las grasas saturadas, azúcares y aditivos. Es una época en la que aparecen muchas tentaciones en forma de bollos y golosinas, y en la que lo que hagamos para mantenerlos alejados de ellas determinará su relación con la comida cuando sean adultos. Y es que lo peligroso de negarles sistemáticamente estos alimentos es que podemos crear en ellos una frustración que les lleve a comerlos a escondidas o ya de adultos a atiborrarse de ellos. Para evitar esto sólo hay un secreto: enseñarles a comer bien y tratarles como adultos a la hora de explicarles los efectos de una mala alimentación. No subestimemos la capacidad de los niños de comprender las cosas importantes que les transmitimos con amor.
Además debemos tener siempre a mano alternativas sanas y ricas a estos productos, ya sea elaboradas por nosotros si tenemos tiempo o compradas de las múltiples opciones que nos ofrece el mercado bio. Así no sentirán que les falta algo dulce en su dieta. Además, es importante cortar la tan extendida asociación que se crea al premiarles con dulces lo que no hace sino encaminarles hacia un futuro de sobrepeso y “confort-food”. Al final, el mejor ejemplo para los hijos son sus padres y por muchas tentaciones que tengan alrededor los hábitos que realmente perdurarán son los que aprendieron en casa. Así que es fundamental que nunca comamos delante de ellos cosas que después les prohibiremos.
Consecuencias de la obesidad infantil
En la última década se han multiplicado espectacularmente los casos de obesidad entre los más pequeños. De hecho las estadísticas ya señalan que uno de cada cuatro niños españoles padece sobrepeso u obesidad. En EEUU esto se duplica. Las razones se pueden explicar en pocas palabras: Mucha televisión y videojuegos acompañados de muchos bollos y dulces. No somos conscientes de la importancia que tiene ese picoteo constante de azúcares y grasas saturadas en la salud de unos niños que además cada vez son menos activos. La extendida creencia de “en época de crecimiento todo vale” está detrás de una irresponsabilidad que se cobrará su peaje en los años venideros. Aunque no hace falta trasladarse al futuro para comprobar como este tipo de alimentación puede impedir que nuestros hijos disfruten plenamente de su infancia. Para empezar pueden sufrir de hipertensión y aumento de azúcar en sangre que más tarde derive en diabetes de grado 2. Asimismo pueden desarrollar más infecciones respiratorias y cutáneas que otros niños, teniendo en general el sistema inmune más debilitado. Además, de forma antinatural se le pueden acelerar los procesos de la pubertad. Si este sobrepeso u obesidad se prolonga hasta la edad adulta entonces podemos estar seguros de que nuestros hijos van a sufrir problemas cardiovasculares y metabólicos. La mejor prevención para la obesidad infantil, además de incentivarles a que realicen periódicamente actividades físicas, es:
- Respetar las 5 comidas del día: Y que contengan muchos productos frescos y escasa o nula presencia de grasas saturadas animales. De esta manera les mantendremos saciados de productos sanos, dejando poco espacio para las chucherías. No deben saltarse ninguna comida, aunque consista sólo en una o dos piezas de fruta.
- Estricta rutina con las horas de las comidas: Para que así se programe su reloj biológico interior y por lo tanto sus momentos de hambre, algo que evitará picoteos innecesarios.
- No comer viendo la tele: Es muy importante que coman masticando tranquilamente y concentrándose en lo que hacen para disfrutar de sus comidas (esto es importante para prevenir la obesidad infantil).
- Variedad es fundamental: Tenemos que hacer lo posible para que su dieta contenga mucha fruta y verdura, cereales integrales, legumbres, semillas y otras formas de proteínas más sanas y no cargadas de grasas saturadas, hormonas, toxinas y antibióticos.
Estrés en las aulas
A muchos adultos se nos olvida que los niños también se estresan en el cole. Y más cuando se reincorporan después de los diferentes periodos de vacaciones en el año. Es por eso que para mantener su ánimo y vitalidad la alimentación va a jugar un papel crucial. Por un lado su intensa actividad matutina requiere un desayuno potente que les mantenga constantes los niveles energéticos y por otro lado necesitan alimentos que estimulen su función neuronal ya que van a pasar muchas horas estudiando, concentrados y utilizando su memoria. Para alimentar al mismo tiempo su nivel energético y su cerebro uno de los mejores aliados que podemos encontrar es la glucosa. Y una de las formas más concentradas y naturales de glucosa que nos proporciona la naturaleza son las uvas, ya sean frescas o secas. Además las secas, por su extremado dulzor, saciarán las ansias de dulces de los niños. Para la memoria lo ideal es consumir alimentos muy ricos en silicio como las avellanas o tan repletos de antioxidantes como las nueces. Y si buscamos un suplemento-alimento perfecto para equilibrar el sistema nervioso y energético de los niños una buena opción sería darles unos 20 gramos al día de bayas goji (se las podemos meter en sus cereales/muesli de desayuno).
Desayuno y meriendas creativas
La clave para lograr que nuestros hijos coman snack sanos en el recreo es involucrarles activamente en su elección y elaboración. Ellos deben poco a poco conocer las propiedades de los alimentos con explicaciones sencillas que les convenzan. Podemos argumentar que gracias a estos alimentos van a conseguir parecerse a alguno de sus héroes y convertirse en adultos fuertes y atléticos y también podemos darles un aire misterioso a cada nuevo ingrediente y contarles historias que les cautiven. Aquí es donde entra en juego la habilidad e imaginación de los padres. Una divertida posibilidad para atrapar a nuestros niños es imitar a los japoneses con los “bentos”, que son pequeñas cajas de comida para llevar con una selección de varias comidas o ingredientes y que en muchos casos reproducen animales o escenas.
- Si son conflictivos con las verduras frescas podemos camuflárselas en un sándwich picándolas y mezclándolas con queso de untar.
- Si les cuesta tomar sus porciones de fruta diaria, se las podemos transformar en un batido para el desayuno y esperarles con otro cuando lleguen del cole. Lo ideal es que hagamos cada día un batido de un color diferente (y de paso cuando lo hagamos verde le metemos espinacas y otras verduras de hojas verdes). Con estos batidos sustituiremos los zumos comerciales muertos, ya que no poseen enzimas y su contenido de azúcar es un VENENO a largo plazo.
- Para hacer postres o batidos es muy importante elegir fruta muy madura para no tener que agregar azúcar, y en el peor de los casos usararemos sirope de agave.
Y vamos a empezar a sustituir alguno de sus alimentos habituales menos recomendables (o que no les aportan ningún nutriente valioso) por alternativas sanas:
- Panes de molde o barra común ——-> Panes de multicereales o integrales
- Grasas saturadas de untar como mantequillas o margarinas ——> Aceites de oliva virgen, mantequillas de frutos secos, aguacates o pasta de semillas (como el tahini)
- Proteínas de animales ——> Alternativas proteicas de soja, gluten o algas.
Este es un capitulo de la e-guía gratuita para padres: «Niños felices que crecen fuertes y sanos». Si quieres más consejos para que tus hijos coman más sano… ¡Descárgatela!
